En Calama son cerca de doscientos los transportistas escolares que debido a la pandemia y a la suspensión de clases no han podido trabajar, su economía se ha resentido al punto que no son pocos los que han debido buscar alternativas de trabajo.

La incertidumbre es la principal sensación que transmiten por estos días, toda vez que muchos apoderados han decidido no seguir cancelando las mensualidades, debido a que el servicio no se está prestando, del mismo modo, refieren que las deudas contraídas por muchos de ellos para la adquisición de nuevos vehículos, es otro factor que les inquieta.

Según explicó Laly Sánchez, presidenta de AGTEL (Agrupación Gremial de Transportistas Escolares de El Loa), la crisis por el Coronavirus les ha afectado significativamente, aunque remarca que desde fines del año pasado venían con dificultades.

“Estamos pasando por un periodo muy complicado, desde octubre, con el estallido social, nosotros dejamos de trabajar, noviembre, diciembre, enero y febrero, ahora comenzamos en marzo, pero con lo sucedido con la pandemia, lógico que tenemos que unirnos a esto y no trabajar y estamos mal en ese sentido”, explicó la presidenta de AGTEL.

Laly Sánchez, presidenta AGTEL

Laly Sánchez, comentó además que su inquietud pasa porque, según explica, las medidas tomadas por el gobierno no les consideran para alguna ayuda, “El gobierno declaró un estado de excepción y ha implementado un plan de emergencia, pero no nos consideran a nosotros, tenemos un plan de protección laboral que no nos apoya, apoya a las empresas, a las pymes, pero a nosotros no”, afirmó.

Presidenta AGTEL

De acuerdo a la dirigente del transporte escolar loíno, esperan a través de organizaciones gremiales superiores como la Federación Norte de Transportistas Escolares y la Federación Nacional, obtener que sus demandas sean escuchadas y dar un respiro a esta actividad fuertemente golpeada por la crisis.

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