Al suspenderse la fiesta presencial por segundo año consecutivo, muchos anhelaban su encuentro.

Una extensa jornada vivieron  miles de fieles y devotos de la Virgen Guadalupe de Ayquina que este sábado pudieron saludarla en su paso por las calles de la ciudad, a casi dos años de celebración de su fiesta en el Santuario ubicado a 80 kilómetros al interior de Calama por razones sanitarias.

Muchas fueran las emociones que afloraron al poder contemplar su imagen y toda la fe que manifiestan los hijos. a la madre del Señor, especialmente en este tiempo –como muchos aseguraron- de tanto dolor y angustia provocada por la pandemia de coronavirus.

Uno de los momentos más significativos en el recorrido de la comitiva fue en el frontis del Hospital Carlos Cisternas, lugar simbólico para muchos que debieron enfrentar la enfermedad Covid-19 como profesionales de la salud y pacientes.

En el lugar la imagen de Nuestra Señora Guadalupe de Ayquina se detuvo para recibir el saludo y gratitud del director del recinto, Milton Olave, personal de salud y algunos internos que pudieron desde lejos rezar y pedir su intercesión por su pronta recuperación.

El Obispo de Calama, que acompañó esta peregrinación manifestó la alegría por la visita de la Virgen a este lugar de mucho dolor, pero también de mucho amor y entrega, “Queremos encomendar a nuestra madre santísima  a todos los que están enfermos que están hospitalizados en este lugar. María les trae esperanza, nos trae salud y nos trae a su hijo Jesucristo que es fármaco de inmortalidad y también rezar por todo el personal de salud y todos que se han esforzado por acompañar y salvar vidas”.

El Pastor expresó que esta visita de la virgen es un impulso de fuerza y ánimo para enfrentar todas las dificultades que se viven a diario.

El Recorrido de la Virgen María continuó por otros sectores de la ciudad, encontrándose nuevamente con quienes durante su fiesta le danzan ininterrumpidamente, a su paso el resonar de tambores y vientos rememoró la fiesta en su Santuario.

Otro momento significativo se vivió en el poniente de la ciudad con las Parroquias San Pablo y Asunción de la Virgen, lugares de mayor vulnerabilidad y donde la esperanza de mejores tiempos fue llevada por “chinita de Guadalupe” como cariñosamente le llaman sus hijos.

El  Padre Rubén Valderrama, Párroco de San Pablo en nombre de su comunidad expresó las necesidades, penas y alegrías que se vive en estas poblaciones.  “Te pedimos que entres en nuestros hogares y otórganos la paz y la unidad, sana aquellos donde hay discordia,  desunión, y violencia. Intercede por los hogares donde falta el empleo. Mira esta población en la que vivimos angustiados y temerosos por miedo a la delincuencia,

Un pedido especial hizo a la madre María de Guadalupe por  tantos jóvenes que están sumergidos en la droga y el alcohol, que sufren en su corazón y nos hacen sufrir al verlos de esa manera. “Bendice a los niños y otórganos espacios seguros para que crezcan, mira a la juventud y dales oportunidades”.

Finalmente el Padre Rubén pidió a la Santísima Virgen que derrame su bendición sobre el hogar de ancianos “Mi Hogar” y a otros adultos mayores  que viven solos, sin espacio ni oportunidades.

La Virgen siguió avanzando por las calles que ´previamente se había informado y en cada uno de los sectores la respuesta y emoción de los católicos siguió manifestándose con entusiasmo, agradeciendo la oportunidad de poder encontrarse con ella y poner todas sus intenciones y anhelos bajo su amparo.

La Fiesta de Nuestra Señora Guadalupe de Ayquina nuevamente deberá ser acompañada a la distancia a través de las transmisiones que desde el poblado se realizarán y que ya están comprometidas desde el 01 al 10 de septiembre.

]]>
Compartir:

subscriber