El puntapié inicial para este proceso fue el simposio que tuvo lugar en ese recinto médico este jueves y que convocó a actores políticos, académicos y del área de la salud en la región.
Patricia Morgado pasó tiempos difíciles. Tres pielonefritis fueron los primeros avisos, pero confiesa que evadió el tema y trató de seguir su vida como si nada estuviera pasando. Pero no pasaría mucho tiempo cuando el peso de los síntomas la obligaría a consultar una especialista y, junto con ello, recibir una noticia devastadora: necesitaba, urgente, comenzar a dializarse.
Mi hija aún está estudiando en la universidad, perderé mi trabajo, miedo al dolor, la muerte. Son las palabras con las que hoy revive esa etapa de su vida. La diálisis le significó un deterioro físico y emocional que, al cabo de medio año, la llevaron a considerar el trasplante renal.
Patricia estuvo en el afortunado 25% de pacientes con falla renal que son candidatos a un trasplante de riñón. Luego de su trasplante en el Hospital del Salvador de Santiago, dice “todo cambió, volvió la alegría, mi familia dejó de sufrir, mi carácter también cambio, porque uno se afecta, yo creo, con tantas frustraciones”.
Historias como estás son las que motivan la meta que se autoimpuso el Hospital Regional de Antofagasta: convertirse en el primer centro de trasplante renal de la macro zona norte de Chile. El puntapié inicial para este proceso, precisamente, fue el simposio que tuvo lugar en ese recinto médico el pasado 12 de octubre.
Junto con la exposición de especialistas en el tema, la actividad también buscó sensibilizar y convocar voluntades entre el mundo político, académico y de salud de la Región.
DIRECTOR DEL HRA
En su intervención en el citado simposio, el director del HRA, Antonio Zapata, aseguró que “nuestro hospital se encuentra en un camino que exige dedicación y determinación. En este viaje, el recurso más valioso que poseemos es nuestro equipo humano altamente capacitado”
“Quiero, particularmente, resaltar el trabajo del equipo de procuramiento y trasplante, urólogos, nefrólogos y otros médicos especialistas, enfermeras y todos los profesionales de nuestra institución involucrados en esta misión”, señaló.
“No podemos subestimar la importancia de este logro para nuestra comunidad. Tener un centro de trasplante renal en la región tendrá un impacto directo y positivo en los pacientes que actualmente esperan una segunda oportunidad de vida, así nuestro compromiso no solo es con la medicina y sus avances, sino con la esperanza y la calidad de vida de las personas”, concluyó.