Aunque las muestras son aptas para todas las edades, pues sus contenidos se profundizan dependiendo la formación de los visitantes, quienes acuden mayoritariamente son delegaciones estudiantiles de la zona, que acompañadas por docentes, llegan al museo con el propósito de complementar y ahondar contenidos.
Es el caso del 4to A de la Escuela 21 de mayo, que llegó hasta las dependencias de la institución a fines de agosto. “Vinimos para reforzar lo que estamos viendo en clases con los alumnos, de una forma que resulta muy motivante para ellos. La experiencia es súper buena, porque es distinto pasar de la teoría, a ver las temáticas en vivo acá”, explica Adriana Puentes, Profesora Generalista.
La opinión de la docente es compartida por sus estudiantes, que durante todo el recorrido se mostraron muy curiosos y entusiasmados. “Me ha gustado todo, y lo mejor es que te entrega muchos conocimientos. Recomendaría a todos los niños venir a acá a aprender”, cuenta Leonardo de 10 años. Sus impresiones son similares a las de su compañera Abril, que lo único que lamentaba es no haber llevado su celular para tomarle fotos a todo. “¡Me parece tan bonito todo! Las aves, y sobre todo los dinosaurios, porque nunca había visto bien cómo eran. Quiero volver pronto con mi familia”, manifiesta la niña.
El interés expresado por los alumnos, al visitar las salas que abarcan maravillas de la naturaleza, mineralogía y formación de la tierra, geología jurásica, pleistoceno y fauna actual, se sustenta en un organizado recorrido guiado. “Ellos vienen a descubrir e impresionarse. La idea es que se interioricen, y que también se vayan con inquietudes, que tal vez los lleven a interesarse por alguna de estas áreas en el futuro. Por eso les mostramos a estos animalitos, que han sido encontrados ahora, después de millones de años de permanencia en nuestro planeta. La idea es que ellos vean estos avances, y por qué no, que se motiven a contribuir también en la investigación”, sostiene Ana Vásquez, Encargada de Administración y Guía.
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