El denominado “estallido social” ha tenido eco con varias manifestaciones en la capital de la provincia El Loa, algunas han servido de escusa para que se produzcan desmanes y vandalismo que han afectado especialmente al comercio del centro de la ciudad. No son pocos los locales que han sufrido daños concretos como incendios, destrozos y robos.

El centro de Calama, su Plaza 23 de Marzo y el Parque Manuel Rodríguez, especialmente, han sido puntos neuralgicos de las convocatorias de quienes protestan, es así que todo la actividad comercial y financiera se han visto alteradas al punto que no sólo han bajado significativamente las ventas y la normal afluencia de público, sino que también ha implicado que tanto los comerciantes, como las instituciones financieras tomen medidas de contingencia para la seguridad de sus locales, el personal y sus respectivos clientes.

Entre las medidas de protección, destacan el cubrir sus fachadas, particularmente los ventanales y vitrinas con planchas de madera e incluso acero, lo que ha cambiado radicalmente la fisionomía del sector. Junto con ello, han debido reducir sus horarios de atención y hasta generar grupos especiales de WhatsApp en que se comunican entre ellos para avisar y dar cuenta de las distintas situaciones de riesgo o inseguros que se presentan.

Con todo, estas dos semanas de manifestaciones han cambiado el centro de Calama y su rutina, mientras sus locatarios y trabajadores esperan se retome condiciones más seguras para el funcionamiento.

Comercio proteje sus fachadas
Uno de los locales afectados en Calama

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